Astrid, una amiga holandesa a la que conocimos este pasado octubre, nos trajo un regalo de su país. En época navideña, se suele regalar la letra inicial gigante de tu nombre hecha de chocolate.
Solo traía la letra A porque acababa de empezar la campaña. Y nos comentó que en Holanda se dice que el equivalente de los reyes magos viene de España.
Me acordé del villancico nuestro: olé, olé, Holanda, olé, Holanda que ya se ve, que ya se ve, que ya se ve.
1743km de distancia. Y a cada punto equidistante, la espera de un regalo.
En las relaciones interpersonales, de pareja, se busca la equidad. Y cuando nos da la sensación de que los costes son mayores que la recompensa, comenzamos a sentir insatisfacción.
Al cabo del tiempo, los miembros se sienten tan alejados, con tal insatisfacción que parece que esa distancia, provocada por el hastío y un patrón erróneo de años, es insalvable.
Y ahí, aplicamos una fórmula que pudiera parecer mágica por los resultados que tiene, pero te aseguro que detrás hay un programa contrastado científicamente. Y que funciona. Con perseverancia, con trabajo por ambas partes.
Tenemos buenas intenciones, nos queda el amor, pero nos faltan herramientas.
Vamos a modificar el comportamiento y entrenarnos en la reciprocidad, las habilidades comunicativas, la negociación y resolución de conflictos.
Vamos a recordar cuánto nos amamos.
Si, Vamos a dar ese paso para recordar (pasar por el corazón) los motivos por los que esta historia comenzó. Y si se puede salvar la distancia, me da igual que sea de España a Holanda, de Holanda a China, la salvaremos. Te lo aseguro.
Si estáis dispuestos a trabajar, Aquí, en psiete psicologia, te ayudamos en terapia de pareja. Ven a conocernos.
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